Categorías
Internet de las senoras ternura radical

Ministerio de Gestión del Drama

“Es cierto, esto es un problema, es importante.
Pero no podemos dejar que ‘eso’ se apodere de todo”.
La Jes

El “Ministerio de gestión del Drama” es una institucionalidad imaginaria que se encarga de dibujar los problemas y develar mecanismos para que el drama no se instale en el centro. Es un ejercicio de imaginación que surgió en un taller de la Pluriversidad Nómada y se nutre de las conversaciones que tengo con diversas amigasHacker, a quienes por temas de seguridad, no quisiera enlistar, pero que somos parte de este contexto de activismo, amistad y trabajo, y trata de desarrollar un marco de comprensión y autorevisión, en caso de enfrentarnos a un conflicto con personas de nuestro espacio activista, de trabajo donde se cruzan también relaciones de amistad.

Cuando me di cuenta de lo mucho que disfrutaba del drama, una luz de honestidad me mostró una puerta de nubes de colores grises. No era el llanto, las lágrimas, sino el deseo de sentir algo fuerte. La hiper-racionalidad que me permitió sobrevivir hasta ahora, ya me estaba haciendo un daño profundo y empecé un trabajo de reconectar con mi cuerpo, porque la inteligencia va demasiado rápida y sin autocontrol puede ser violenta y cruel conmigo y con las personas que me rodean.

alguien compartió este dibujo, voy a buscar de quien espero le cambié el texto de arriba

Si bien habitamos contextos difíciles, violentos, buscando las transformaciones, creo que læs feministas no somos víctimas, sabemos exactamente lo que estamos haciendo y lo hacemos conscientemente en la medida que logramos leernos a nosotras mismas. Me siento segura cuando dejamos espacio para el humor, el error y para decir ‘no mames’. Si estamos tristes, cansades y enfermæs es mas fácil dividirnos y castigarnos individualmente. El control se nutre del castigo y estamos bien entrenadas al autocastigo. Recomiendo revisar las narrativas personales que construimos y detectar los elementos que refieran al ego, la culpa, la precariedad y la rabia, luego tratar de limpiarlas y ver qué queda.

Y es que cada experiencia es personal, creo que es peligroso incluso pretender, que se puede controlar el cómo una contraparte va a recibir una acción, gesto o palabra nuestra, la confianza se construye pero cuando se quiebra, está difícil recuperarla. Aceptar, llegar a ver lo que realmente está pasando y soltar un poco esa idea de lo que necesito que pase, es darle espacio a mis heridas para que respiren. Necesito formular mis búsquedas responsablemente, pues sé que en algún momento puedo pasar a llevar algo doloroso. ¿Qué chingados pasa cuando paso a llevar una herida tuya, mía, nuestra?

Tenemos heridas comunes, experiencias parecidas, son pegamento de nuestras amistad y relaciones, definen nuestros devenires profesionales, pero no todæs tenemos el tiempo, la seguridad o la formación para sentarnos en el computador a escribir, dibujar, pagar la terapia o sentir lo que sentimos por el contexto económico en que habitamos, ni reaccionamos igual ante el mismo estímulo. Por tanto me resulta fundamental reconocer distintas naturalezas en los recursos para negociar y revisar expectativas estableciendo sanas relaciones de reciprocidad.

Cómo lo trabajemos, reconozcamos y transformemos, harán una gran diferencia. Entender con transparencia que los procesos no son perfectos y se requiere voluntad, paciencia, confianza para crear el espacio para enfrentar algo difícil, porque si no fuera difícil, ya lo tendríamos resuelto.

Ternura, belleza y amor

Nuestras heridas apuntan a unos recovecos bien obscuros, se desbordan, se desangran y nos sentimos perdidæs, y creo que es justo como queremos estar, debido a la complejidad de lo que buscamos construir, sanar y cambiar. Si vamos a buscar refugio en estructuras punitivistas, patriarcales, revisemos también el daño que nos estamos haciendo a nosotræs y empecemos a tratarnos mejor. No estamos solas, reconocemos y ponemos límites pero no somos bandos opuestos y espero, salgamos mas fuertes de esto, pero por mientras, vamos por algo dulce, porque el chanclazo de que llega, llega.

chan chaaan